EN CLAVE DE NOVIA
‘El vestido no debe colgar del cuerpo y sí seguir y marcar sus líneas. Debe acompañar a quién lo lleva; cuando una mujer sonría, el vestido debe sonreir con ella.’ Madeleine Vionnet (1876-1975), diseñadora de alta costura francesa y una de las figuras más influyentes de la historia de la moda, junto con Chanel y Lanvin.
10V17 BARCELONA. – La edición 27ª de la semana de la moda nupcial en Barcelona se estrenaba en la tarde del martes 26 de abril.
Entre bambalinas, la modelo internacional Karolina Kurkova atendía a los medios para el lanzamiento mundial de la marca ‘Studio St. Patrick’ del grupo Pronovias, que debutó en la pasarela con una colección princesa versus sirena. Y entretanto, Rosa Clará, quién inauguraba el certamen primaveral, daba las últimas pinceladas para su desfile con sensata visión artística.
2017 se ha convertido en la edición más internacional de moda nupcial hasta la fecha para el salón ‘Barcelona Bridal Fashion Week’ de Fira Barcelona proclamándose el más grande de España. Entre el 25 y el 30 de abril todos los ojos del sector se concentraron en la ciudad condal durante la celebración de su 27º encuentro con la exhibición de las colecciones para 2018 de vestidos y complementos para novias y novios en los desfiles de 25 etiquetas nacionales e internacionales a prescriptores, consumidores y competentes de los medios de información de difusión por igual.
La colección de 25 vestidos de Rosa Clará es la más desestructurada de su historia desde 1995 y en los 15 años que lleva desfilando en Barcelona, me admite, quién amén de ser sabia es modesta. Escotes amplios y trepidantes con moderación y decoro. La capa, majestuosa, sustituye al velo. Delicadas mangas largas que mueren en escotes en pico y corazón. Los tejidos, sin forro interior, ligeros como el plumeti italiano, los deliciosos guipures, el crepé o el tul de seda y encajes. Concretamente, 125 metros de tul fueron necesarios para la cola del vestido que cerraba el desfile. Vestidos coquetos y románticos con pedrería cristalizada y bordados florales.
Barcelona Bridal Fashion Week 2017
Rosa Clará 2018
Perpetuamente escoltadas por las ostentosas Beyoncé y Kardashian, las atrevidas Yolanda, Cristina y su homónima ‘YolanCris’, leales a sus transparencias y encajes boho chic desde 2005, hicieron doblete luciendo una colección de costura y una de prêt-à-porter rememorando el cosmo folk y la tendencia zíngara boho de los 70 con aires románticos y sosegados.
‘Purity’, la particular colección de Inmaculada García más confidencial, prometió las joyas de sus 3 líneas, la romántica ‘My Essentials’, la de alta costura ‘My Couture’ y la de generación millenial ‘My Secrets’, como si de minerales preciosos se tratara ilusionando con una cantera. Las organzas de seda estampadas, las plumas y los cristales se agitan entre bolsos cruzados y finos cinturones metalizados que dan forma a 27 vestidos únicos.
En su primer desfile en Europa, el arquitecto venezolano de profesión modisto afincado en Nueva York, Ángel Sánchez, presentó ‘Rose Mist’ y una selección de algunas de sus piezas predilectas de sus pasadas colecciones ‘Moonlight Romance’ y White Garden. Fue el invitado protagonista indiscutible de la noche de gala del certamen que se celebró en el Palacio de Pedralbes el 26 de abril.
De su taller de la valenciana Benaguacil al mundo con influencias de Balenciaga y Josep Font, las dos generaciones de ‘Isabel Sanchís’ sugieren un crucero por la costura de las décadas 40, 50 y 70. Sobresalen los bordados metalizados, las asimetrías, las considerables ornamentaciones aplicadas sobre las telas y los volúmenes en gasas de seda y organza.
30 años entre encajes de alta costura se atribuyen a una tierna y sublime diseñadora rusa afincada en Israel. La colección ‘Victorian Affinity’ de Galia Lahav va por Jeanna Margaine Lacroix, modista afín al estilo victoriano. Vestidos joya bordados con colas sin fin y capas en colores marfil y plata. Cascadas de tul y llamativos abullonados producen extraordinarias faldas sobre la pasarela.
Con el griego Demetrios, residente en la isla de Manhattan, Nueva York, me empaché muy ricamente de vestidos de dos piezas, de colas desmontables, de variedad de mangas, capas y boleros, de escotes palabra de honor y corazón, de encaje y satén y de tonos dorado, blanco y marfil entre los más notorios.
El salón de negocios, participado por más de 300 marcas expositoras -el 65% internacionales de 25 países y 78 que participaron por vez primera- acogió a más de 800 compradores potenciales procedentes de 70 países que exploraron sus productos y conectaron con fabricantes y diseñadores y contó con más de 18.000 visitantes (Fuente: Fira Barcelona). Dos acontecimientos en uno sin lindes, en dónde las más destacadas agujas nupciales del horizonte español engalanaron la alfombra blanca robándonos unos cuántos suspiros y todos los participantes nos casamos con sus atavíos.
El amor cuesta. Me confieso y admito que creo en el amor para toda la vida.
Autoría de Adelaida Subías
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Photo Credits: Adelaida Subías