‘REVOLUTIONARY ROAD’, LA COLECCIÓN DE PRIMAVERA/VERANO PARA 2017 DE JUSTICIA RUANO
INTRODUCCIÓN
Mi pasión por la moda se remonta a mis 6 años. Flipaba con mi madre. Siempre vestía impecable, elegante, sobria, derrochando expectación y envidias con su figura curvilínea marcando cintura. Manicura, pedicura, peluquería e imagen impolutas. Jamás se calzaba plana y me sorprendía vorazmente qué se sentiría encajada en esos taconazos. A diario, cuando regresaba del colegio para comer en casa, seleccionaba con tiento, acorde con mi indumentaria, algún par de sus maravillosos zapatos, me envolvía literalmente en uno de sus delantales de cocina y me peinaba con una peluca: de esta guisa jugaba y andaba por casa, bajo la atención de mi padre, imaginándome ser mayor. Aún con 2 personas de servicio en casa, mamá se encargaba de la comida por exigencia exquisita del guión de mi padre. Así hasta que a los 13 años me calcé mis primeros tacones de aguja para ir al colegio sin importarme las risas de las otras niñas y dejé de jugar a ser mayor.
Nací en noviembre de 1970, los setenta, la portentosa década en la industria de la moda, esa imperecedera raíz de inspiración, la que ejerce de guía y regresa siempre. Por lo que la culpable de que hoy sea, en parte, cronista de moda es, indiscutiblemente, mi madre.
UNA CELEBRACIÓN DE FEMINIDAD
Y, durante la semana de la moda de Barcelona celebrada en Julio de 2016, ‘Revolutionary road’ fue la creación más audaz del panorama barcelonés para la Primavera/Verano del año que viene firmada por Justicia Ruano, quién guarda cierto paralelismo con el espíritu rebelde de los dadaístas de principios del siglo XX. El detonante de mi inspiración fue su apuesta por la orquídea; una constante, un poderoso símbolo en la construcción de su identidad: sucumbí al encanto con exceso de todos los tonos de esta exótica flor: lavanda, rosa, violeta, berenjena, fucsia, púrpura, malva y lila. Dejé que el ritmo me envolviera con los volantes aliados al blanco impoluto. Coqueteé con la exuberancia de las diferentes texturas con geometrías hipnóticas, un puzzle de formas puras, una tendencia caprichosa y seductora, una explosión de energía.
Deslumbrante Justi. Tiene un aura especial, como la tuvo Studio 54 en la noche neoyorkina, el mito y el templo de la 54 Oeste en ‘The City’, único, independiente y en el que cualquier persona del planeta quiso estar.
Redacción de Adelaida Subías
Photo credits: ‘Ort i Bes’ y Adelaida Subías
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Dedicado a mi preciosa mamá.